, Ultimo Papa Catolico-Ortodoxo.www.iglesiaortodoxa.org.ar
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El propósito de este articulo es defender la legitimidad y la validez de que las iglesias ortodoxas, fuera de sus limitadas fronteras raciales y culturales, pueden y deben tomar los ritos latinos occidentales propios de la sede romana de occidente y utilizarlos, aunque depurándolos de toda rubrica y formulación teológica que se oponga a la genuina fe fundacional y ortodoxa de la iglesia contenida en los siete primeros concilios universales, o sea concilios “katholicós” o sea “de todos”, o sea marcando la diferencia frente a los otros catorce concilios, posteriores al cisma y que son solamente formulas administrativas para la iglesia romana, que los ha adoptado en total desacuerdo de los otros once patriarcados existentes y de las 52 iglesias autocéfalas.
¡Hubo una vez un Concilio Ortodoxo…………………!
Si observamos el texto latino “del Magisterio de la Iglesia” (Denzinger) del Dr. Daniel Ruiz Bueno, Ed. Herder, vemos que en la pág. 190, el Concilio de Constanza comienza con la Sesión VIII a partir del numero 581, y a pesar de que este libro sea un compendio oficial y dogmatico de la Iglesia Católica Apostólica Romana, no se explica por que faltan las primeras siete sesiones de ese Concilio Ecuménico, particularmente las actas del 26 de marzo y 6 de abril de 1415; mas interesante es aun verificar que no se guardan registros de las actas y cánones del Concilio de Pisa, o que en la edición del Denzinger, ya citada, al finalizar el punto numero 600 del Concilio de Ferrara, falta por entero los documentos del Concilio de Basilea (pág. 200).
En la “Historia de los Papas” de José Apeles Santoloria, Ed. Plaza y Janes, año 1999, pág. 268, en la lista final de todos los papas y antipapas, se omite por completo desde los 262 pontífices, desde San Pedro hasta Juan Pablo II, la existencia de Félix V, el cual gobernó canónica y legítimamente la iglesia de Roma desde 1439 a 1449, electo por el plenario del Concilio de Basilea que depuso por cismático y herejía a Eugenio IV, 300 obispos europeos presididos por el Cardenal Luis D’Aleman, Arzobispo de Arlés, que abandonando el Concilio de Florencia junto a todos los obispos de las iglesias ortodoxas de oriente se refugiaron en Francia bajo la protección del católico Rey Carlos VII (1422-1461), el plenario de cardenales y obispos de oriente y occidente reunidos por primera vez en casi mil quinientos años, en el Sínodo de Bourges (1438), excomulgo a las iglesias nestorianas acusándolas de negar la Maternidad Divina de María como Theotokos, consiguiendo que de modo inusitado y persiguiendo solamente intereses políticos ,la fracción romanista que seguía sesionando en Florencia aceptara a los obispos nestorianos expulsados de Bourges , a fin de formar un frente común contra los 326 obispos “decretalistas”, reunidos en Francia y llamados así por mantenerse fieles a los veintitrés decretos ya aprobados por el Concilio de Basilea.
Los decretos de Basilea aprobados por ortodoxos y católicos destituían el Papa de Roma, establecían la igualdad de entre todos los Obispos. Se establecía el sistema conciliar y democrático, las liturgias serian libres y cada iglesia podría utilizar aquella que le fuera mas conveniente, la Iglesia de Roma tendría la misma jerarquía y dignidad que las sedes orientales, Jesucristo sería el único pontífice y no tendría un solo Vicario, habría cinco Obispos Patriarcales, Jerusalén, Antioquia, Alejandría, Constantinopla y Roma, los cinco patriarcas serian los ejecutores de las disposiciones aprobadas por el Concilio Universal de todos los obispos occidentales y orientales, que debería reunirse cada diez años.
¡Hubo una vez un Concilio Ortodoxo…………………!
Si observamos el texto latino “del Magisterio de la Iglesia” (Denzinger) del Dr. Daniel Ruiz Bueno, Ed. Herder, vemos que en la pág. 190, el Concilio de Constanza comienza con la Sesión VIII a partir del numero 581, y a pesar de que este libro sea un compendio oficial y dogmatico de la Iglesia Católica Apostólica Romana, no se explica por que faltan las primeras siete sesiones de ese Concilio Ecuménico, particularmente las actas del 26 de marzo y 6 de abril de 1415; mas interesante es aun verificar que no se guardan registros de las actas y cánones del Concilio de Pisa, o que en la edición del Denzinger, ya citada, al finalizar el punto numero 600 del Concilio de Ferrara, falta por entero los documentos del Concilio de Basilea (pág. 200).
En la “Historia de los Papas” de José Apeles Santoloria, Ed. Plaza y Janes, año 1999, pág. 268, en la lista final de todos los papas y antipapas, se omite por completo desde los 262 pontífices, desde San Pedro hasta Juan Pablo II, la existencia de Félix V, el cual gobernó canónica y legítimamente la iglesia de Roma desde 1439 a 1449, electo por el plenario del Concilio de Basilea que depuso por cismático y herejía a Eugenio IV, 300 obispos europeos presididos por el Cardenal Luis D’Aleman, Arzobispo de Arlés, que abandonando el Concilio de Florencia junto a todos los obispos de las iglesias ortodoxas de oriente se refugiaron en Francia bajo la protección del católico Rey Carlos VII (1422-1461), el plenario de cardenales y obispos de oriente y occidente reunidos por primera vez en casi mil quinientos años, en el Sínodo de Bourges (1438), excomulgo a las iglesias nestorianas acusándolas de negar la Maternidad Divina de María como Theotokos, consiguiendo que de modo inusitado y persiguiendo solamente intereses políticos ,la fracción romanista que seguía sesionando en Florencia aceptara a los obispos nestorianos expulsados de Bourges , a fin de formar un frente común contra los 326 obispos “decretalistas”, reunidos en Francia y llamados así por mantenerse fieles a los veintitrés decretos ya aprobados por el Concilio de Basilea.
Los decretos de Basilea aprobados por ortodoxos y católicos destituían el Papa de Roma, establecían la igualdad de entre todos los Obispos. Se establecía el sistema conciliar y democrático, las liturgias serian libres y cada iglesia podría utilizar aquella que le fuera mas conveniente, la Iglesia de Roma tendría la misma jerarquía y dignidad que las sedes orientales, Jesucristo sería el único pontífice y no tendría un solo Vicario, habría cinco Obispos Patriarcales, Jerusalén, Antioquia, Alejandría, Constantinopla y Roma, los cinco patriarcas serian los ejecutores de las disposiciones aprobadas por el Concilio Universal de todos los obispos occidentales y orientales, que debería reunirse cada diez años.
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