El espíritu autonomista y regalista de la Iglesia Católica en las tierras del plata, obligo al Pontífice Pio VII a que ante la ausencia de obispos españoles para enviar a la ex colonia, crease la figura del “obispo titular”, un obispo sin territorio, o sea que consagro obispos a los vicarios apostólicos residentes en América pero no les concedió jurisdicción propia.
Roma, siguiendo una antigua tradición, a cada obispo titular de la naciente república del Rio de la Plata, le daba un territorio que en realidad ya no existía, denominado (en tierras de infieles) “in partibus infidelium”, era una antigua sede episcopal que había quedado desierta por causa del avance del Islam, o que dicha sede y ciudad hubieran sido destruidas por cataclismos, guerras o cambios territoriales.
En la naciente república, la Iglesia Católica declaradamente autonomista a la hegemonía de Roma, propuso a Fray Justo Santa María de Oro como único postulante al recientemente creado obispado rioplatense, ante la presión de las autoridades patriotas y para evitar el sisma el papado nombro a este obispo como titular Taumasence de una mítica región incaica, pero se negó rotundamente a nombrarlo como diocesano.
El asesinato del Coronel Manuel Dorrego a manos del partido anti católico de las fuerzas rivadavianas bajo la conducción del Gral. Juan Galo Lavalle en noviembre de 1828 frustro el movimiento católico independentista, y el Gral. Juan José Viamonte como Gobernador Interino, ( Junio a Diciembre de 1829 ) negocio el reconocimiento internacional para la nueva República por el Papa, a cambio de esto , la República otorgaba al vicario de Roma potestad sobre la jurisdicción del Rio de la Plata, reconociéndolo a perpetuidad como Obispo Primado de Honor.
Roma, siguiendo una antigua tradición, a cada obispo titular de la naciente república del Rio de la Plata, le daba un territorio que en realidad ya no existía, denominado (en tierras de infieles) “in partibus infidelium”, era una antigua sede episcopal que había quedado desierta por causa del avance del Islam, o que dicha sede y ciudad hubieran sido destruidas por cataclismos, guerras o cambios territoriales.
En la naciente república, la Iglesia Católica declaradamente autonomista a la hegemonía de Roma, propuso a Fray Justo Santa María de Oro como único postulante al recientemente creado obispado rioplatense, ante la presión de las autoridades patriotas y para evitar el sisma el papado nombro a este obispo como titular Taumasence de una mítica región incaica, pero se negó rotundamente a nombrarlo como diocesano.
El asesinato del Coronel Manuel Dorrego a manos del partido anti católico de las fuerzas rivadavianas bajo la conducción del Gral. Juan Galo Lavalle en noviembre de 1828 frustro el movimiento católico independentista, y el Gral. Juan José Viamonte como Gobernador Interino, ( Junio a Diciembre de 1829 ) negocio el reconocimiento internacional para la nueva República por el Papa, a cambio de esto , la República otorgaba al vicario de Roma potestad sobre la jurisdicción del Rio de la Plata, reconociéndolo a perpetuidad como Obispo Primado de Honor.
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